Nuestro impacto en salud pública: ¿cómo lo estamos probando?
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Fotografía: Dr. Farías del Instituto Nacional de Salud Pública en México conversa con miembros de la comunidad de Alonso Yáñez sobre el inicio del estudio colaborativo de salud que se lanzará a principios de 2024.
Una nueva era en estudios del agua: Catalizando un cambio sistémico a través de estudios innovadores en salud pública
Caminos de Agua ha estado estudiando la calidad del agua en nuestra región, la Cuenca Alta del Río Laja, durante más de 10 años. De hecho, el monitoreo de la calidad del agua es nuestro programa más antiguo. Hemos descubierto niveles alarmantes de flúor y arsénico en los suministros de agua de nuestras comunidades, superando hasta 18 y 23 veces los límites permitidos, respectivamente. Estos contaminantes están vinculados a una serie de problemas de salud perjudiciales, desde el deterioro dental (fluorosis dental) y lesiones en la piel, por envenenamiento por arsénico (arsenicosis), hasta discapacidades de aprendizaje e incluso varios tipos de cáncer. Estos dos contaminantes también están muy relacionados con el daño renal, especialmente en niños, que es donde comienza nuestra nueva colaboración.
A pesar de un creciente cuerpo de investigación a nivel global, ha habido escasez de estudios de salud pública sobre los impactos de estos contaminantes del agua en nuestra región. En 2018, Caminos de Agua se asoció con el Instituto Nacional de Salud Pública en México (INSP) para estudiar los impactos del flúor en nuestros niños. Utilizando los datos de calidad del agua de Caminos de Agua para identificar comunidades expuestas, los investigadores encontraron que el 82% de los niños en el estudio presentaban fluorosis dental, el manchado permanente e incluso la deterioración de los dientes de los niños. El estudio, publicado en 2021, fue el primero en su tipo que intentó vincular los niveles de contaminación en los suministros de agua de nuestra región con consecuencias para la salud en los niños.
Mapa: Explora el Mapa de Calidad del Agua de Caminos de Agua haciendo clic en la imagen para abrirlo en una ventana nueva.
Dicho esto, el estudio fue un primer paso y se necesita más trabajo para fundamentar el caso. Es por eso que, durante los últimos meses, hemos estado trabajando estrechamente, nuevamente con el INSP, así como con investigadores de la Universidad de Columbia y la Universidad de Colorado, para implementar un estudio mucho más importante que examinará tanto el daño renal en niños como la capacidad de nuestras intervenciones para ayudar a remediar ese posible daño.
Este estudio medirá biomarcadores para el daño renal en 70 niños, de entre 7 y 11 años, en la comunidad de Alonso Yáñez, donde más de 270 familias están expuestas a niveles de flúor que superan más de 5 veces el límite permitido. Poco después de un análisis inicial de línea de base que medirá los biomarcadores para el daño renal en los niños participantes, Caminos de Agua pondrá en funcionamiento nuestro primer Sistema de Tratamiento de Agua Subterránea (GTS) a gran escala, que elimina el arsénico y el flúor del agua a nivel comunitario completo. Después de 6 a 12 meses, los investigadores regresarán para determinar los cambios en los biomarcadores renales en los niños, lo que, según nuestra hipótesis, ilustrará una mejora dramática e incluso una reversión del posible daño renal.
Foto: La Dr. Farías del Instituto Nacional de Salud Pública en México conversa con madres en la escuela primaria de Alonso Yáñez sobre el lanzamiento del estudio colaborativo de salud que se llevará a cabo a principios de 2024.
Photo: Victor Hernández, a Community Organizer at Caminos, discussing the health effects of drinking contaminated water with a group of operators and beneficiaries in Alonso Yáñez.
Si bien existen numerosos estudios que ilustran los impactos en la salud de contaminantes como el arsénico y el fluoruro, hasta donde sabemos, nunca ha habido un estudio como este que también analice cómo los daños causados por estos contaminantes pueden mejorar e incluso revertirse a través de intervenciones que cambien el suministro de agua.
Las implicaciones de este estudio de salud van mucho más allá de la comunidad de Alonso Yáñez. Este estudio, que esperamos sea el primero de varios en la región que se complementen entre sí, está ayudando a desarrollar una base de conocimientos que muestra correlaciones claras entre la calidad del agua regional, la salud de nuestros vecinos y cómo tecnologías como STAS y la captación de agua de lluvia pueden tener un impacto positivo y significativo en la salud pública. Estos estudios construyen el tipo de evidencia irrefutable que podemos, y vamos a, presentar ante el gobierno y otras autoridades (que a veces pueden ser reacias a aceptar los impactos ambientales en la salud) para iniciar discusiones más amplias sobre estos problemas críticos y exigir un cambio sistémico más profundo en las causas y consecuencias de nuestra crisis del agua.
A medida que avanzamos en la documentación de las repercusiones en la salud pública de nuestros problemas con el agua, somos conscientes de que esto no es solo un problema regional, es un dilema global. Y el conjunto de evidencia que construimos a nivel regional puede resonar en todo el mundo al ser utilizado por otros que enfrentan desafíos similares de calidad del agua. En Caminos de Agua siempre compartimos nuestros datos, tecnologías y modelos de manera abierta y gratuita en un esfuerzo por crear soluciones no solo para nuestra región, sino como un primer paso hacia un cambio más profundo en todo el mundo.