Creado en el laboratorio, probado en el campo y ahora mejorando vidas
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Foto: Niños en el primer Sistema de Tratamiento de Aguas Subterráneas en Los Ricos.
Propiedad de y administrado por la comunidad: la evolución de nuestro STAS
El envenenamiento por arsénico y fluoruro en las fuentes de agua representa una grave amenaza global, con más de 300 millones de personas en todo el mundo expuestas a niveles excesivos de estos contaminantes. Para tener una idea de la magnitud del problemas, 21 millones están expuestas solo en México. Estos contaminantes, invisibles y sin sabor, presentan riesgos significativos para la salud, incluyendo enfermedades crónicas como la fluorosis esquelética, cáncer y problemas en el desarrollo de niños.
Las soluciones convencionales se quedan cortas debido a la complejidad de eliminar contaminantes disueltos. Aunque los sistemas de captación de agua de lluvia de Caminos ofrecen alivio, la demanda supera su capacidad. En respuesta a este desafío, desarrollamos nuestro Sistema de Tratamiento de Aguas Subterráneas (STAS) para proporcionar un método replicable, escalable y rentable para tratar el agua de toda una comunidad.
La evolución de nuestro STAS, el primero en su tipo en cualquier lugar, abarca más de siete años. Esta labor colaborativa comenzó con el equipo de desarrollo tecnológico de Caminos trabajando mano a mano con socios universitarios, académicos y otros expertos técnicos para diseñar y probar la tecnología por primera vez en entornos de laboratorio.
La transición de exitosas pruebas de laboratorio a una aplicación práctica en la comunidad requirió un profundo apoyo del equipo comunitario de Caminos, así como de un grupo de madres, residentes de un pequeño pueblo rural llamado Los Ricos, que buscaban mejorar la salud de sus familias y su comunidad. Los Ricos surgió como el sitio piloto inaugural del STAS debido a sus niveles excesivos de arsénico y fluoruro, así como a su proximidad al Campo experimental de Caminos. En 2021, este primer STAS se puso en funcionamiento en Los Ricos.
Ana Torres, Organizadora Comunitaria de Caminos, enfatiza la importancia de un proceso verdaderamente impulsado por y propiedad de la comunidad desde el principio para promover un impacto a largo plazo:
"Si simplemente hubiéramos llegado con talleres técnicos... este proyecto nunca habría funcionado. Funciona porque ha habido un proceso, primero de identificación, creación de conciencia y luego permitir que [la comunidad] sea la dueña del proceso."
Foto: Allie Álvarez, Directora de Tecnología de Caminos (primera desde la izquierda), responde preguntas de un grupo de donantes junto con Ana Torres (segunda desde la derecha), Organizadora Comunitaria de Caminos, y María del Rosario (primera desde la derecha) en el sitio del STAS en Los Ricos.
Hoy en día, el STAS en Los Ricos provee regularmente agua potable a más de 40 familias, y el sistema prospera bajo el cuidado del recién elegido comité de agua, destacando la necesidad de soluciones pertenecientes a la comunidad. El comité no solo se encarga de la operación y mantenimiento continuos del sistema, sino que también recolecta pagos, lo que hace que el STAS sea sostenible tanto operativa como económicamente a largo plazo. Cada una de las familias paga una cantidad nominal de 50 pesos mexicanos al mes (aproximadamente 3 dólares estadounidenses) para todas sus necesidades de agua para consumo humano, más que suficiente para cubrir los costos corrientes del sistema.
María de Rosario, una de las madres que encabezó el proyecto, reflexiona:
"Durante muchos años carecimos de agua potable segura. Aunque cuidar del STAS es un trabajo duro, ha cambiado la realidad de mi familia y comunidad."
Comunidades más grandes, mayor impacto: la siguiente fase del STAS
Tras detectar niveles de fluoruro más de cinco veces por encima del límite en la comunidad rural de Alonso Yáñez, la urgencia de una acción comunitaria era evidente, y se decidió el lugar para nuestro primer STAS a gran escala. Después de meses de trabajo con las escuelas, el comité de agua, el consejo de tierras, docenas de familias y un "Comité de STAS" recién elegido (compuesto por representantes diversos, desde el comité de agua hasta el consejo de padres), la construcción del STAS en Alonso Yáñez está en marcha y pronto proporcionará acceso a agua potable segura a las 270 familias de la comunidad.
Foto: Víctor Hernández, Organizador Comunitario Técnico-Social de Caminos, mostrando un diagrama a un grupo de operadores y beneficiarios en el sitio de construcción del STAS en Alonso Yáñez.
Durante los últimos dos meses, los miembros de la comunidad se han reunido todas las semanas para construir el edificio que estará totalmente dedicado a este nuevo STAS. Ubicado en terrenos donados por la propia comunidad, el edificio está ahora completo y el agua comenzó a fluir la semana pasada. En las próximas semanas, comenzaremos la construcción del sistema en sí, el cual estará listo para operar y proporcionar agua potable limpia para el primer trimestre de 2024, todo en una carrera por completar la primera fase de un estudio de salud en colaboración con el Instituto Nacional de Salud Pública que debe realizarse antes de que el STAS entre en funcionamiento (más detalles sobre este estudio en un boletín futuro en las próximas semanas).
Los próximos pasos para el STAS incluyen la instalación de dos sistemas más grandes, que servirán a más de 1,600 usuarios, para fines de 2024. Estas instalaciones dirigidas por la comunidad tienen como objetivo garantizar un acceso sostenido y durante todo el año a agua limpia, al tiempo que establecen un modelo replicable para una implementación más amplia.
Nuestra visión es tener 10 unidades operativas de STAS en cinco años, cada una propiedad y gestionada por la comunidad, demostrando una solución escalable y autónoma para un desafío crítico de calidad del agua a nivel mundial, creando tanto un modelo técnico como social para abordar desafíos similares en comunidades similares en México y más allá.