Cómo es que nuestra tecnología produce agua limpia.
Muchas más comunidades cuya salud está en riesgo tendrán agua limpia gracias a nuestra tecnología de vanguardia - este mes toda aportación recibida se duplicará y nos permitirá alcanzar más rápido nuestra meta.
Un mayor número de comunidades cuya salud está en riesgo tendrán agua limpia gracias a nuestra tecnología de vanguardia - este mes su aportación se duplicará y esto nos permitirá alcanzar nuestra meta de forma más rápida.
La agroindustria, productora de hortalizas para exportación que requieren riego intenso, sigue creciendo de manera exponencial en la región del Alto Río Laja en la región del Bajío donde trabajamos. Esto ha provocado un descenso precipitado de los niveles freáticos, lo que a su vez ha creado niveles crecientes de contaminación por arsénico y fluoruro que ponen en peligro cada vez más la salud de las más de 680.000 personas que dependen del acuífero para su agua de beber.
La exposición continua a los crecientes niveles de arsénico y flúor que se encuentran en el agua de nuestra región puede resultar en afecciones dolorosas y, en algunos casos, paralizantes e incluso mortales. Estas incluyen las fluorosis dental y esquelética, problemas cognitivos en niños, enfermedades renales y varios tipos de cáncer.
La buena noticia es que tras más de cinco años de invertir tiempo, talento y dinero, estamos a punto de conseguir las pruebas de concepto de nuestro nuevo Sistema de Tratamiento de Aguas Subterráneas (GTS por sus siglas en inglés). Cuando este sistema entre en funcionamiento proporcionará agua limpia a más personas de forma mucho más eficiente y rápida que antes. Pero necesitamos urgentemente su ayuda para poder alcanzar la línea de meta. Por eso, cada cantidad que recibamos durante nuestra Campaña de Octubre será utilizada directamente para ayudarnos a alcanzar este objetivo.
Casi desde que comenzamos el objetivo de colaborar con comunidades en riesgo para crear acceso a agua limpia, hemos estado utilizando sistemas de captación de agua de lluvia que son inherentemente libres de arsénico y flúor para cosechar, almacenar y tratar el agua para consumo humano proporcionada por la propia naturaleza. Pero la desventaja de estos sistemas es que su construcción requiere una inversión intensa de mano de obra y capital, además de que cada familia, escuela o iglesia requiere su propio sistema de captación a gran escala para poder satisfacer sus necesidades de agua.
Así que hace cinco años, después de que nuestro equipo técnico buscara por todo el mundo soluciones ya existentes y apropiadas, nos dimos cuenta de que la solución correcta simplemente no existía. Así que empezamos a imaginar una solución mejor, una en la que un solo sistema pudiera funcionar a escala comunitaria para filtrar eficazmente el arsénico y el flúor y al mismo tiempo reducir la inversión de capital inicial, así como los costos de operación y mantenimiento y crear, en última instancia, una manera de accesar agua económicamente para muchas, muchas más personas.
Sin desanimarnos por lo enorme del desafío, nos lanzamos al reto y utilizamos el talento que tenemos en casa, a nuestra red de socios universitarios y asesores técnicos, especialmente los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, y a becarios de Ingenieros sin Fronteras del Reino Unido.
Si bien el arsénico es una gran amenaza para la salud es también un contaminante más fácil de eliminar. Como respuesta a la horrible contaminación por arsénico de las aguas subterráneas en Bangladesh, se elaboraron varios medios de filtración eficaces y financieramente viables. Ya hemos construido un sistema de tratamiento a medida que ha demostrado ser eficaz y que ha producido más de 1 millón de litros de agua libre de arsénico en el último año.
Pero eliminar el fluoruro es otra historia. A nivel internacional se ha avanzado mucho menos en la filtración de fluoruro. La mayor parte de la tecnología existente es demasiado ineficiente para la química del agua y los excesivamente altos niveles de fluoruro que hemos registrado en nuestra región haciendo que su implementación sería demasiado costosa. Esto nos dejó otra alternativa más que desarrollar una solución propia que fuera económica y a la vez efectiva para tratar el agua en nuestra región. Después de un largo y exigente proceso, nuestro equipo identificó finalmente un medio de filtración que utiliza carbón activado hecho de huesos de animales, ya que el calcio en los huesos atrae eficazmente el flúor. Pero eso fue sólo el comienzo, y esto nos llevó a iniciar nuestra propia producción de "carbón de hueso" aquí en San Miguel. Diseñamos, construimos y probamos diferentes hornos, también construimos prototipos de filtros a gran escala que pudieran ser sometidos a pruebas en condiciones reales en nuestro laboratorio e hicimos todo esto para crear un método más realista que permitiera alcanzar las tolerancias de calidad necesarias. Hoy en día producimos uno de los medios de filtración de fluoruro más eficaces y económicos del mercado.
Después de perseverar durante más de cinco años y de resolver estos y otros muchos desafíos técnicos, científicos, mecánicos, sociales y logísticos, nos estamos preparando para llevar a cabo una prueba piloto a nivel comunitario que es crítica. El siguiente paso es gigantesco si es que el GTS llega a ser una realidad. Con la conclusión de este piloto, que estará totalmente en línea a finales de este año, esperamos obtener una prueba de concepto y al mismo tiempo llevar a cabo una serie de otras pruebas importantes, desarrollaremos la capacitación necesaria para la implementación del proyecto y estableceremos directrices para regular las relaciones con la comunidad. Haremos todo esto al mismo tiempo que generamos una fuente constante de agua potable limpia con nuestros socios comunitarios y establecemos las bases que permitirán que el GTS sea desplegado posteriormente en muchas más comunidades de la región.
Necesitamos tu ayuda para que el GTS sea una realidad que permita proveer agua limpia a muchas más familias y comunidades y así evitar los horribles impactos en la salud asociados al consumo de agua contaminada.