Agua, agua, por doquier y ni una sola gota para beber.
El 16 de septiembre del 2017 un huracán categoría 5 causó estragos en muchas islas del Caribe, especialmente Puerto Rico. Muchas obras de infraestructura pública anticuada, pero esenciales, fueron destruidas. Las islas se inundaron pero a pesar de la abundancia de agua el acceso a agua potable se convirtió en una preocupación urgente. La única solución disponible en ese momento, el envío de agua embotellada, no fue una respuesta efectiva o adecuada.
Ese mismo mes dos poderosos sismos sacudieron a México. El primero fue un terremoto de 8.2 que dejó a muchas comunidades del suroeste del país sin agua potable. Días después un sismo de magnitud 7.1 afectó los estados de Puebla, Morelos y a la Ciudad de México. En toda la región hubo derrumbes de edificios. Muchas personas perdieron la vida y miles resultaron heridas. Entre los escombros quedaron los restos de una infraestructura de agua vital para una población que en ese momento se encontraba en una situación extremadamente vulnerable.
Un llamado a adaptarnos a las consecuencias del cambio climático.
En los días posteriores a estos desastres, Caminos de Agua recibió numerosas solicitudes de nuestros filtros cerámicos. Pudimos brindar una respuesta limitada en el sur de México. Sin embargo, en ese momento, éramos una organización más pequeña y dependíamos únicamente de nuestra producción artesanal. Además, nuestro sistema de filtro cerámico era demasiado grande para enviar en las cantidades que se necesitaban con urgencia. Debido a estas limitaciones no pudimos responder a muchas solicitudes de apoyo.
Estos catastróficos eventos fueron una llamada de atención para nosotros. Comenzamos a analizar el impacto global de nuestras tecnologías y durante los próximos dos años asumimos el desafío de extender nuestro alcance más allá de nuestra región.
Nos preguntamos, ¿cómo podemos adaptar nuestro filtro cerámico para que pueda enviarse e instalarse fácilmente en cualquier contenedor doméstico que esté disponible en una situación de emergencia? Luego, dimos un paso más y comenzamos a pensar en cómo podríamos adaptar nuestro filtro para lidiar con contaminantes específicos de la región que van desde arsénico y fluoruro, hasta pesticidas en el sudeste asiático, plomo en ciertas regiones de Estados Unidos, etc.
Una nueva versión del diseño condujo a otra y con la ayuda de socios de producción y miles de horas de trabajo de nuestro equipo y voluntarios dimos con la respuesta – Aguadapt. Aguadapt se adapta a nuestro filtro cerámico y permite su uso y se instala fácilmente en situaciones de emergencia.
Una vez pasada la crisis puede transicionar a una solución permanente de filtración de agua para las familias. Para leer más sobre Aguadapt, haga clic aquí.
Ahora es el tiempo.
Debemos adaptarnos a un mundo que verá desastres naturales más frecuentes y devastadores. La próxima vez Caminos de Agua debe tener una capacidad de respuesta adecuada. Tu donación en este mes de octubre nos permite proporcionar agua potable la próxima vez que ocurra un desastre, ya sea en nuestra región o a cientos de kilómetros de distancia.